Las emociones SÍ importan

“Cuanto más abiertos estamos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.” 
DANIEL GOLEMAN

Uno de los mayores retos en nuestro desarrollo emocional es que no nos han enseñado a pensar sobre lo que sentimos, por qué lo sentimos o cómo se llama eso que sentimos. Tampoco nos han enseñado a sentir. Nos han educado concentrándose en el cerebro racional, olvidando el cerebro emocional.

“ Somos analfabetos emocionales”

Las emociones además de ser importantes, son contagiosas. El contagio emocional es un proceso automático e inconsciente, por el que de forma natural tendemos a imitar a los demás.

Tenemos que cuidar nuestro entorno emocional y ser conscientes del que generamos nosotros, ya que somos emocionalmente influenciabas. Rodearnos de emociones positivas nos hace sentir emociones positivas, y viceversa.

Diferentes investigaciones concluyen que las personas tenemos la capacidad de influir en la felicidad de otras personas, especialmente las cercanas, pero también los que tenemos a 3 grados de distancia: los amigos de los amigos de nuestros amigos. ¡Parece increíble, ¿verdad?!

Barbara Fredrickson descubrió que las emociones negativas son tres veces más potentes que las emociones positivas. Ella estableció la regla 3.1:

  • Son necesarias 3 experiencias positivas para anular 1 negativa, ya que las sensaciones negativas son tres veces más potentes que las positivas.

Si una persona te ha hecho sentir triste por algún comportamiento, será necesario que experimentes con ella tres emociones positivas para compensarlo. Quizás esta sea la fórmula mágica para mejorar nuestras relaciones personales.

Los estudios sobre contagio emocional evidencian cómo podemos generar emociones (positivas y negativas) en los demás. El contagio emocional hace que las emociones viajen de fuera hacia dentro.

Howard Friedman, de la Universidad de California, investigó ese contagio mediante un test de comunicación afectiva. De él concluyó que las personas con mayor carisma y expresión emocional, siempre contagian a los otros (emociones positivas y negativas), y nunca al revés.

Podemos decir, entonces, que cada persona es la media de las personas con las que se relaciona cada día, y la energía y la pasión con la que afronta la vida tienen que ver con las de las personas con las que tiene relación.

Francisco Alcaide (escritor) afirma en su blog que “somos el resultado de las 5 personas con las que más nos relacionamos cada día”. Esta afirmación nos da que pensar en:

  1. ¿Quienes son las 5 personas con las que más me relaciono cada día?

  2. ¿Qué tipo de emociones me transmiten?

  3. Influencia recíproca: ¿qué timpo de emociones provoco yo en los demás?

Para generar emociones positivas en los demás, tenemos que pensar bien las cosas, para ello podemos aplicar el método de los “3 filtros de Sócrates”, es decir, filtrar tres veces lo que vas a decir a través de los filtros de la verdad, la bondad y la utilidad.

  • La verdad: estar completamente segurx de que lo que vas a decir es cierto.

  • La bondad: que lo que vayas a decir sea bueno.

  • La utilidad: que lo que vayas a decir sirva de algo.

Éste puede ser un ejercicio fácil para filtrar esos impulsos fruto de emociones negativas como la IRA, que a veces nos hace contagiar al entorno de forma improductiva.


¿LO PONEMOS EN PRÁCTICA?

“No somos máquinas pensantes que sentimos, somos máquinas sentimentales que pensamos”
ANTONIO DAMASIO
 

📖 Fragmentos de texto extraído del libro de Laura Chica, ❮¿Quien eres tú?❯.